El libro está dedicado
a mis colegas en la Confederación Galáctica; dedicado a quienes me nombraron su Odogo, «el que traza el camino»; dedicado a los amigos que me reconocieron como Filósofo; dedicado a los Camaradas que me calificaron como la «Conciencia de América». Porque como expresan los poetas indígenas: «los que tienen el poder de contar los días, tienen el poder de hablarle a los dioses».
a mis colegas en la Confederación Galáctica; dedicado a quienes me nombraron su Odogo, «el que traza el camino»; dedicado a los amigos que me reconocieron como Filósofo; dedicado a los Camaradas que me calificaron como la «Conciencia de América». Porque como expresan los poetas indígenas: «los que tienen el poder de contar los días, tienen el poder de hablarle a los dioses».
A todos gracias, y aquí les descorro aún más el velo…porque éste análisis está dedicado especialmente a las nietas y nietos que heredarán mi Sacedocio.
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