miércoles, 16 de diciembre de 2009

El Cielo, Limbo, Infierno

Los Papas Católicos
Apostólicos y romanos,

recientes, han sido conscientes de que el Cielo no es un lugar físico allá arriba sino un estado resultante entre la relación viva del humano y su relación con Dios (pág.96 del Génesis de Jorge Zúñiga). Igual aconteció con el infierno como estratagema doctrinal para generar miedo y conducir a los borregos por el sendero que les convenga a los dominadores. Recordemos que el Limbo ya fue eliminado de la doctrina. Esto nos replantea el verdadero papel del cristianismo en el sometimiento o liberación de sus fieles, en el sometimiento o liberación de las sociedades…Y en la utilización de Jesús-El Cristo, la Virgen María de mil etnias y túnicas, y aún el Espíritu Santo omnipresente, como cadenas de sumisión y de su misión.

El mismo Benedicto XVI
afirmó el sábado 21 de Abril del 2007 que el Limbo ya no existía…y a mediados de Octubre del 2009 aceptó el ingreso al catolicismo de sacerdotes casados después de que muchos enamorados se pasaron al anglicanismo mientras el catolicismo se sumía en una serie de escándalos por curas pedófilos, violadores de niños, y escándalos por corrupción financiera. Opiniones que comparte plenamente el Premio Nóbel de literatura, José Saramago, quien denuncia a los dioses abrahámicos como terroristas.

El infierno al que hace referencia la Biblia en Mateo, Lucas y Santiago deriva del griego Geenna, literalmente se refiere a la hondonada del Valle de Ben Hinnom, donde quemaban la basura de la ciudad de Jerusalem, al Este, detrás de lo que hoy es el Hotel del Monte de Zión.

El Hades de los griegos, las siete terrazas del Purgatorio, el Avalón del Rey Arturo, el Valhalla de Odín, la utopía del Paradise, el transcendental Heaven, y el Limbo, al que le cerraron las puertas por falta de clientes, etcétera…son lugares inventados por humanos ante el temor de la muerte; pero más como medio de control social…pues si el infante no se toma la sopa…se lo lleva el Coco.

Éstos y otros temas como las plagas en Egipto, el paso del mar rojo, el maná, y los consignados en el libro Y La Biblia tenía razón (Werner Keller) son ya explicables por la ciencia para quien quiera entender…que entienda…

Deja de ser un misterio el milagro aquel de la túnica del Niño Dios de nuestra infancia, que crecía a medida que crecía Jesús dentro de una túnica sin costuras. Una túnica que era precisamente eso, una gran sábana sin costuras, sin mangas ni perneras, que se enrollaba alrededor el cuerpo y se terciaba por el hombro, de tal manera, que ha medida que el personaje crecía se le iba soltando centímetros a la sábana.

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