jueves, 17 de diciembre de 2009

¿Dónde está?

Y aquí toma fuerza
la entonación de nuestros pra-abuelos maternos, comenzando por el bisabuelo (foto) Arcesio Escovar-Torres (1867-Betulia-1941) recostado en sus almohadas aquella noche de desvelo del 13 de Mayo de 1934 en Betulia-Antioquia-Colombia, cuando se preguntaba en ¿dónde se encuentra el cielo? y ¿dónde putas estará el infierno? Y entre la disyuntiva de que unos dicen que está arriba con el mismo fundamento de que otros dicen que abajo es donde se haya el infierno, trovaba de esta manera:

Estando nuestro planeta
En el espacio rodeado
¿Quién sabe dónde es arriba?
¿Quién sabe dónde es abajo?

Sólo Jesucristo puede
-Artífice soberano-
Decirnos dónde está el cielo
Y su trono sacrosanto.

Pero el infierno no saben
En dónde lo colocaron
Los que con él nos explotan
Aquellos que lo inventaron.


Mi abuelo José Solís-Moncada (1892-1981) de un plumazo resuelve el detalle en su poema clásico, que bien podría considerarse la mejos oración cosmológica, comparable a el Padre Nuestro que Yahshua Al-Mashi-Yah enseñó a sus Apóstoles :

¿Dónde está Dios?

Dios está en la llanura y en el río,
En la luz matutina y vesperal,
En la gotita clara del rocío,
Y en el suave frescor del manantial.

Está en la cordillera, en el plantío,
En el sol, el océano y el rosal,
En la noche estelar, en el bohío,
y en la ingente ternura maternal.

Y se haya en la divina eucaristía,
en los fulgores trémulos del día,
Y en el plumaje y canto del turpial.

Y en el calvario, de la cruz prendido,
En la voz de los santos, en el nido,
Y en la gravitación universal.


Razón tenía Gabriel García-Márquez en su libro Del Amor y Otros Demonios al afirmar sobre aquella…familia de insignes teólogos y grandes herejes… Siéntese cómodo, ajústese el cinturón, porque ya despegamos a navegar más allá de los confines de la Filosofía.

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